Pepe Rodríguez envia este croqueselfie en el que aparece con una croqueta de jamón que lleva colocada en el hombro como si la hubiera amaestrado, como las cotorritas que los dueños se ponen en el hombre y dicen alguna gracias. No sabemos si esta croqueta ha llegado a hablar pero Pepe señala que “tiene un perfecto punto de sabor y cremosidad”. El chiringuito kalabeach está en la playa de la Victoria de Cádiz.
Cristina Sainz envía esta especie de reunión de croquetas captada en el famoso bar de la plaza Pinto de Cádiz, el de las caballas con piriñaca. Parecen estar las croquetas como en reunión y comentando lo que ha subido el precio de pan rallao. Están morenitas las croquetas, como si hubieran tomado el sol en la vecina playa de La Caleta. Más información sobre este bar, aquí.
Enrique Hidalgo ha captado este original paisaje croquetero en el que dos estupendas croquetas de queso Cabrales, ya casi exhaustas después de haber recibido varios bocaos parecen moverse con dificultad en un temporal de patatas paja. Enrique inaugura lo que podríamos llamar el tragicroquetismo, o croquetismo novelado. Más datos de La Taberna del Aviador aquí.
Cristina Mesa envia este croqueselfie desde La Cocinita de Ro, un puesto especializado en croquetas que hay en el Rincón Gastronómico del mercado central de Cádiz (más información aquí). Está croqueta bien alimentá, como puede verse en la foto, comparando el croquetismo con los dedos de Cristina, es de espinacas y champiñones y Cristina señala que es “simplemente perfecta”.
No cabe duda de que el rubio de estas croquetas cazadas por Teresa Medina Sánchez en la taberna El Cabilo de Sanlúcar es de lo más atractivo. Se colocan insinuantes sobre una cama de papas fritas y son del puchero. Teresa destaca que además “de riquisimas, son sin gluten, mi pequeño celíaco se puso morado”. Este establecimiento de Sanlúcar, más datos aqui, tiene normalmente un surtido de más de una decena de croquetas diferentes (más datos aquí).
Desde luego nadie podrá decir que las croquetas del Mesón del Asador, que tiene establecimientos en El Puerto y en Jerez, no llevan sus buenos tropezones, vamos que más que un tropezón es una caida entera. La foto es de Miguel Domingo García y señala que la bechamel estaba casi liquida. Observese que el lector tiene la elegancia de comerse las croquetas con cuchillo y tenedor. Advierto también, por experiencia propia que las papas fritas que acompañan a las croquetas también merecen un “papafritago”. Más datos sobre El Mesón del Asador pinchando aquí.
La foto que ha realizado Alvaro Espada en el bar del hotel Tryp La Caleta de Cádiz (Avenida Amilcar Barca número 47) podría titularse croquetas en la selva, dado el genoroso acompañamiento en verde sobre el que están colocadas las ovoides. Son de chipirones según declara el autor de la captura.
Esta foto enviada por Il Doctore Lopez a través de la página en facebook de Cosasdecome parece la patrulla “Aguilas” pero en croquetas. Observese a las ovoides en perfecta formación volando sobre una nube de ensalada mixta, mientras una nube de mayonesa cruza el horizonte. Este ejemplo de poesía bechamelosa ha sido captado en el Bar Nono de Cádiz. Dice Il Doctore López: “Es difícil llegar a un bar y decir, estoy en casa, estoy a salvo. Ver esa fuente de menuo de choco, esa presa ibérica, ese picadillo con pimientos. … ese café catunanbu que se mastica. … he salido llorando y prometiendo a sus dueños que volvería, me quedan muchas cosas por probar.
Las archiconocidas, las rebuenas, croquetas de puchero del BAR NONO (Así en mayusculas) desde las que me hacia mi madre, no hay otras iguales”. Más datos del bar Nono, pulsando aquí.
Fernando Lobo capta en su instantánea un momento poético, la venida a la vida de unas croquetas del freidor, cuando salen del cartucho como la mariposa sale del huevo. La imagen, llena de poesía y sobre papel de estraza, como manda el Real Reglamento de los Freidores de la provincia de Cádiz, ha sido captada en el freidor El Veedor de la ciudad de Cádiz (más datos sobre este establecimiento aquí).
Teresa Iniesta manda esta captura obtenida en la barra del restaurante El Faro de Cádiz. Teresa titula su obra como “alioli y olé” y capta unas croquetas de bacalao, un gran clásico, sobre una cama de patatas paja y un acompañamiento de alioli de esos de mojar picos. Más datos de El Faro de Cádiz, aquí.
Juan Manzorro envía este croqueselfie en el que se fotografía en el momento de oler la croqueta, es el instante en que empieza “croquedisfrute”. Señala que eran pequeñas, recordando en tamaño a los antiguos “maesitos”, aunque de una bechamel cremosa y casi aterciopelada. La croqueta fue cazada en un gran clásico del barrio de La Viña de Cádiz, en El Periquito, en la calle de La Rosa, esquina con San Rafael. Por la mañana, por cierto, sirven unos churritos bastante interesantes.
Victoria de Haro ha captado esta imagen de croquetas con un toque misterioso, ya que parece que las ovoides forman parte de un paisaje como si estuvieran dentro de una pirámide croqueidad. En el centro del triángulo aparecen 3 de bacalao acompañadas de una salsita pa mojá de naranja y anís estrellado. Un misterio más, no parece que en el plato falta una cuarta croqueta. ¿Ha desaparecido?. Más datos sobre Ultramar&nos el bar de Cádiz donde fue fotografiada este grupo de croquetas, aquí.
No cabe duda de que la “captura” enviada por Roberto Rodriguez, un activo jugador de Croquemon Go es de las que impactan. Se trata de una croqueta de vieiras y langostinos que sirven de esta manera en el restaurante Popeye de Chiclana (más información sobre este restaurante aquí). La presentación no puede ser más original. Para los croqueteros amantes del gigantismo, diremos que el carrito es una miniatura…no vayais a creeros que es tamaño real y que la croqueta hay que comérsela a lonchas. Roberto Rodríguez ha enviado su captura a través del uasatapa, la utilidad para móviles de los tapatólogos (verla aquí) y señala que “la croqueta casi se me escapa rodando”. Envía tu también tus capturas para #Croquemongo a través de WhatsApp al teléfono 678821824.
El gerente de La Bodeguita Mi Pueblo de Olvera manda también su contribución a #CroquemonGo con estas “croquetas en amarillo”. Se trata de unas ovoides de pollo coloreadas en el color del equipo campeón gracias a un poquito de colorante alimentario del que se le pone al arró. Luego se acompañan con un poquito de alioli y papas fritas. Más datos de La Bodeguita Mi Pueblo pulsando aquí.
Manuel Acosta, el propietario de Litos Corner, un establecimiento de San Fernando especializado en comida americana, nos manda esta “caza” de una croqueta de alma negra, de las arroz con chocos de La Casería, como se conoce una zona del interior de la Bahía. Las ponen ahora, sobre una salsita de alioli, en su establecimiento (más datos sobre el Litos Corner, aquí).
Man gracias por tu propuesta. La paso al Consejo Director del Colegio Oficial de Tapatólogos para que la analice. Un saludo.
Yo abriría la posibilidad de denominar al concurso de dos maneras puesto que por aquí decimos por igual croqueta que “cocreta”. Por lo que propongo que se pueda denominar “Cocremon Gou”. No sé a mí me parece más de aquí.
Por lo demás la idea es genial.
Me parecen todas estupendas