Las bodegas de la provincia de Cádiz están tratando de conquistar a un nuevo tipo de público que se ha visto muy atraido por vinos como el “Lambrusco” italiano, productos con baja graduacion alcohólica, con burbujas, sin excesivas pretensiones enológicas y destinados a compartirse en comidas informales.
La última en lanzarse a este mercado es la jerezana Páez Morilla, una firma muy innovadora. De hecho fueron de los primeros en comercializar blancos y tintos y la primera en descubrir las grandes posibilidades del vinagre. Su apuesta se llama “Risa” y es un vino de aguja (los que llevan burbujitas) también conocidos como vinos frizzantes y que llevan una pequeña aportación de anhídrido carbónico que es el que provoca las burbujas.
Risa se ha lanzado en el mes de diciembre y está ahora en fase de introducción en el mercado. Se comercializa con una presentación bastante original y es de color dorado, como los vinos blancos. De hecho se realiza con uvas tipo moscatel de Alejandría al cien por cien, parte de ella plantada en la provincia de Cádiz en viñedos propios de la firma.
El vino tan sólo tiene 7,5 grados y el anhídrido carbónico que contiene se produce de una forma natural en una segunda fermentación que se realiza en unas condiciones especiales de presión durante un mes. La bodega lo recomienda para acompañar especialmente pescados, mariscos y arroces.
El precio está en torno a los 3,95 euros