La empresa gaditana Sherry Gades, crea, en colaboración con otras dos empresas, un espumoso que al agitarlo desprende colores que simulan llamaradas de fuego. El efecto se consigue con colarantes naturales alimentarios que no tienen sabor

La llamativa presentación de este vino. Foto: Cosasdecome

Texto: Benjamín Colsa

Lo mejor para entenderlo es que veas el video explicativo que está al final de la información. En resumen se trata de un espumoso que, en el fondo de la botella, lleva colorantes. Al mover la botella el colorante se expande en el interior produciendo una especie de llamaradas de colores que recuerdan al fuego, de ahí el nombre del producto (vino de fuego). Al tiempo, si se deja de mover la botella, el vino vuelve a su transparente natural.  El efecto se reproduce en la copa al mover esta. En cuanto al sabor, el producto es idéntico a un espumoso normal semidulce, con 11 grados. El colorante, de uso alimentario, no altera para nada el sabor. Estamos ante un producto para las fiestas y que, por el momento, está teniendo un gran éxito en China donde ya se han mandado varios contenedores. En España aún no se distribuye, aunque estará en el mercado en las próximas semanas.

José Antonio Sánchez Pazo es químico de profesión, enólogo y posee una amplia experiencia como ejecutivo en varias bodegas importantes del marco de Jerez. Hace unos años decidió comenzar una aventura empresarial y puso en marcha Sherry Gades, una empresa relacionada con la formación en vinos, organizan catas a domicilio, y con diferentes campos de actuación como el asesoramiento y la elaboración, selección y comercialización de productos agroalimentarios.

“El vino del Fuego”, “Wine of Fire”, como se le ha denominado, en inglés, dada su clara vocación internacional, es fruto de la unión de tres empresas para desarrollar algo novedoso, con una espectacular presentación. Sherry Gades, Mediterranean Taste, empresa de Castellón dedicada a la comercialización y exportación y Esporsil de Jerez, dedicada al embotellado de bebidas. La primera se ha dedicado al desarrollo del producto. José Antonio Sánchez Pazos destaca que ya existen experiencias similares en el mundo, pero que ellos han decicido realizar su propia versión. Mediterranean, una empresa con gran experiencia en exportación, se dedica a la distribución, mientra que Esporsil es la embotella el espumoso.

Wine of Fire, es un vino que se presenta en 4 variedades, cada una con un efecto de color diferente. Dentro de los espumosos blanco tenemos el Glaciar (color plata), Fortune (color oro) y el Vulcano (color llama). Cada uno lleva un colorante diferente y produce efectos de color distintos. Están elaborados con variedad de uva Airen y con un grado alcohólico de 11%. Son vinos espumosos que tienen un poco de azúcar, semisecos y con un atractivo efecto de colores a lo largo de una lenta descomposición de partículas uniformes que van haciendo un gran efecto visual en forma de llama con solo agitar la botella.

Es un producto diferente e impactante visualmente, ya que en reposo es de una forma y al moverlo todo el contenido de la botella cambia. José Antonio Sánchez Pazos destaca que en la cata “tiene un aroma limpio, fresco y afrutado con burbujas finas y delicadas. En boca es dulce y muy agradable. Los ingredientes son, vino espumoso, mosto y colorante alimentario que es el que produce el efecto. Para servirlo mejor entre 8 a 10º. El cuarto vino es un rosado elaborado con uva tempranillo y con el nombre de “Rosse”.

Hace unos meses han comenzado la comercialización en el mercado exterior: China, Estados Unidos y  Rusia. Un total de 25.000 botellas que están ya en contenedores viajando para esos países. Según Sanchez Pazo, “las perspectivas son bastante buenas y tenemos previsto antes de que termine el año la exportación de unas 100.000 botellas”. A nivel nacional se encuentran en negociaciones para la distribución. Los cálculos de Sherry Gades es que el vino estará en el mercado a un precio entre los 8 y los 9 euros.

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