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Una mezcla a fuego lento en Tarifa

Publicado el Viernes, Noviembre 18, 2016 por Cosas de Comé

Mic-Moc se ha hecho un hueco en pocos meses en la orferta hostelera de Tarifa gracias a su combinación de productos locales y de temporada con recetas novedosas

La barra del establecimiento. Al fondo, el puerto de Tarifa. Foto cedida por Mic Moc

Texto: Angeles Peiteado

Mic Moc es como llaman en la cocina a una mezcolanza de cosas. Como el puerto de Tarifa y su mezcla de mar y océano, el trasiego de inmigrantes y turistas, de grandes cetáceos y aves migratorias y de civilizaciones. Todo un cruce de caminos que inspiró el nombre de un restaurante que ha conseguido destacar en tan sólo unos meses y que es en sí mismo un pequeña Babel con un vasco francés medio siciliano, una belga, un argentino…

El artífice es Hector Heredia, un cocinero de Buenos Aires, con familia hostelera. Su familia tiene un restaurante en Estepona, lo que le llevó a visitar Tarifa y enamorarse de la ciudad. Participó en un primer negocio con otro socio y este verano dio el salto y abrió su propio bar en solitario, en la calle Alcalde Núñez, con una terraza que domina el puerto.

El Mic-Moc abrió sus puertas al público el 17 de junio con un concepto que pretende mezclar la cocina local y los productos de la zona y de temporada con otra más internacional y ecléctica. Así surgen platos como el arroz con placton y sal gaditanas, el arroz con pulpos braseados, arroces negros o un surtido de woks. Acaban de llegar unas setas, con las que se plantea hacer algo especial fuera de carta. Quieren que la gente reconozca los productos de toda la vida elaborados de una manera más divertida que la tradicional.

“Nos damos el lujo de preparar lo que nos gusta, una comida rica, soprendente y nutritiva”, indica Heredia. Entre los platos de toda la vida revisitados, los huevos rotos con patatas de la zona, pimientos, parmesano, aceite de trufa y setas. El este gastrobar son muy importantes las elaboraciones propias. En la cocina, nos explica, se está haciendo en esos momentos un fondo de pescado. Nada de caldos de tetrabrik ni avecrenes.

Aunque no se trata de un restaurante vegetariano, sí tienen platos aptos hasta para crudiveganos. Tienen incluso chorizo vegano hecho por ellos. El local es para todos los público y ellos se consideran más flexiveganos: priorizan la verdura, pero también tienen carnes y pescados. Por ejemplo, hay pechuga de pollo de corral confitado con hierbas.

El crujiente de langostinos, uno de los platos del establecimiento. Foto: Cedida por Mic Moc

Al frente de la cocina está Diego Cambessanche, de origen siciliano y vasco-francés y antes jefe de cocina en un restaurante en Málaga.

La actividad en el establecimiento empieza ya por la mañana con los desayunos: hay croasants, pastelería y chapatas de elaboración propia, panes integrales, frutas, batidos, quesos ecológicos, y mermeladas tambíen elaborados por ellos con fruta de temporada. El café es 100% arabico.

Una decoración con mezcla

La slowfood es una corriente situado en el otro extremo del fenómeno de la comida rápida. Busca disfrutar la comida con tranquilidad, sin prisas. Es uno de los argumentos de este establecimiento, y su decoración lo refleja, al igual que acentúa esa idea de mezclar cosas que le da nombre. Hector está muy viajado, ha recorrido media Europa trabajando y le gustan los objetos, especialmente los relacionados con la cocina y la literatura. Para el restaurante rehuyó de una decoración blanca y lisa, “tipo Ikea”, y apostó por el detalle y por crear un ambiente que reflejara historias y que hiciera sentir al comensal “como en un viejo almacén” donde la mayoría de las cosas vienen de lugares diferentes. En el Mic Moc está la mesa que le regalaron a su pareja cuando nació. Otras, de hierro forjado, vienen de un restaurante parisino. Hay una balanza de Málaga. En cada objeto, una historia. Un ambiente que no sólo aprovecha los recursos sino que invita a “estar cómodo y disfrutar toda la tarde, si se quiere” del establecimiento, “saboreando si quieres nuestro vermut casero”. Para acompañar este vermut se han hecho con sifones de los de antes que llegan desde Barcelona vía Málaga.

El local tiene capacidad para cuarenta personas en el interior y unas treinta en la terraza. Dentro hay una barra amplia, que será escenario de una oferta especial que se lanzará en diciembre con platos más pequeños y económicos. En la barra, por cierto, se anota en tiza, como se ha hecho en los ultramarinos toda la vida.

En los pocos meses que lleva abierto, el nuevo local ha conseguido hacerse un hueco en la oferta gastronómica tarifeña y está muy bien valorado entre los clientes, según los comentarios que dejan después en internet. “Empiezo a las ocho de la mañana y me acuesto a las dos o a las tres de la madrugada, pero muy contento porque hago lo que me gusta.

El Mic-Moc está en la calle alcalde Juan Núnez, 8. Su teléfono es el 956 68 31 79. Abre entre semana de 10 a 23:30 y los domingos de 10:00 a 16:00. En verano descansa los lunes y en invierno, lunes y martes.

Más información gastronómica sobre Tarifa, aquí.

Detalle del comedor del establecimiento. Foto: Cedida por Mic Moc

 

 

 

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