Las tagarninas espárrragas son como esos apellidos compuestos y no son lo mismo si no llevan el añadido…con su huevo cuajao. La clave está en reventar la yema y mezclarla con el conjunto porque el huevo siempre suaviza la salsa y le da como mayor cremosidad. Marcos García Rodríguez, del bodegón de Lola, hace un sofrito de pan frito con cebolla, ajo, perejil y pimentón. No le gusta echarle comino, un condimento característico de este plato. Ahí refrie las tagarninas. Luego al final su huevo cuajao y un “agornamiento” con unos taquitos de jamón. La tapa se vende a 2,5 euros. También se puede pedir el plato a 7,50. Es un clásico del establecimiento que sólo hacen en temporada, cuando hay tagarninas.
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