Hay unas cuantas costumbres gastronómicas en Cádiz que no hay que perderse. La primera es desayunar churros junto al mercado de abastos. Se puede optar por los finos de La Marina o comprar “los gordos” en los puestos de La Guapa o el de Ana.
A mediodía algunas visitas imprescindibles. La Taberna La Manzanilla, un local para tomar una copa en pleno casco antiguo. Cerca la pastelería de Hidalgo. Comerse una empanada mirando a la Catedral es una experiencia casi mística. Dos templos más a visitar, la tienda de chocolates de Pancracio y la de caramelos y bombones de Maype.
Por la tarde, un café junto a la playa de la Caleta en Quilla.