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La otra invasión francesa

Publicado el Viernes, Septiembre 15, 2006 por Cosas de Comé

Las pastelerías La Belle de Cadix y La Poeme triunfan en Cádiz elaborando pasteles inspirados en las recetas del país vecino

Cartel anunciando especialidades francesas en La Poeme. Foto: Cosas de Comé

Texto: Pepe Monforte

Nunca una “invasión” fue tan aplaudida. Dos siglos después del asedio francés a Cádiz, ahora dos franceses han visto abiertas las puertas de la ciudad y, esta vez, si la han conquistado. Cruzaron sin problemas las murallas, aunque su propuesta es mucho más apetitosa, pasteles elaborados a la manera francesa, el país que presume de tener la mejor gastronomía del mundo.

Son dos historias románticas con Cádiz de fondo las que rodean a la puesta en marcha de estos dos negocios. La Poeme, una cafetería pastelería situada en la antigua calle Londres, justo al lado del mercado central y La Belle de Cadix, una panadería y pastelería situada en la calle Uruguay, en la esquina con Brasil y a dos pasos del Paseo Marítimo.

 

David Luguet tiene 40 años. Nació en Lorena, a muy pocos kilómetros de Luxemburgo. Desde pequeño supo lo que es olor del ázucar quemado, los merengues y los croasants recien hechos. Su padre, Elie, ya jubilado, ha sido uno de los pasteleros más famosos de la región. David habla con orgullo de él. En la pared del local luce el logotipo del obrador paterno. El recetario que aplica en La Poeme se lo ha dado él. No obstante de Elie aprendió el oficio porque trabajaron juntos durante 15 años.

Un día David decidió conocer el mundo y se marchó con Marie Errante, su compañera, a recorrerlo en barco, en un velero. Ella se quedó embarazada. Desde El Caribe decidieron venirse para Cádiz, un sitio que les parecía bueno para que naciera la pequeña de la familia. Y así llegaron y aquí se quedaron. David necesitaba una forma de ganarse la vida y, ayudado por su padre, puso en marcha la pastelería. Fue el siete de julio de 2002 cuando abría sus puertas La Poeme. El nombre pertenece a una de las tartas que realiza. David es feliz porque forma parte del barrio. Le gusta regalarles algunos pasteles de vez en cuando a los vecinos y alucina con las costumbres de la ciudad: “Cuando hay bulla y la gente ve que estamos colapsados de trabajo los clientes te limpian ellos mismos las mesas, y eso no lo hemos visto en ningún lado”.

Marie Errante con una bandeja de pasteles de chocolate. En la pared puede verse el escudo de la pastelería del padre de David. Foto: Cosas de Comé

 

Patrice Nicou tiene 36 años, es de un pueblo cercano a Nantes. Lo suyo es vocación. Se enamoró del mundo del pan y de los pasteles a los 10 años cuando frecuentaba el obrador del padre de un amigo donde se elaboraban panes, chocolates y dulces. Un primo suyo también se dedicaba a ese negocio. Desde entonces soñaba con dedicarse a este mundo. Sin embargo terminó estudiando Empresariales y en 1992, sin saber muy bien porqué, terminó en Cádiz con una beca Erasmus. Aquí conocio a la “bella de Cádiz”, como el dice, cuando habla de su compañera. Por motivos de trabajo se fueron a Zaragoza pero han vuelto a Cádiz donde Patrice decidió poner en marcha el sueño de su vida: una pastelería.

Nicou encontró la ayuda de Pablo Grosso y en el pasado mes de julio abrió en la calle Uruguay su panadería pastelería en la que ofrece especialidades francesas. En verano ha puesto una pequeña terraza que quiere mantener. Además de regentar la pastelería, La Belle de Cadix, surte de postres y pan al grupo hostelero de Pablo Grosso, uno de los caterings más pujantes en la actualidad de la Bahía de Cádiz.

Patrice, aunque es un enamorado del mundo de los panes y los dulces, reconoce que sus conocimientos son más bien empresariales por lo que decidió buscar a un maestro panadero y a un maestro pastelero de garantías. Así se ha traido a Cádiz a Nicolás Rambaud. A sus 29 años este pastelero francés ha trabajado en varios establecimientos pertenecientes a la Relais Desserts, una asociación que agrupa a los más prestigiosos profesionales del sector, sobre todo en Europa. A esta asociación pertenece precisamente Francisco Torreblanca, el pastelero español de mayor prestigio.

Rambaud se ocupa de la pastelería de La Belle de Cadix y suyas son las milhojas de nata y las de crema que han obtenido el favor de los clientes. Curiosamente en las dos pastelerías, aunque no les une nada excepto la amistad entre Davide y Patrice, ha triunfado el mismo dulce.

David presume de que las suyas se realizan con hojaldre “hecho aquí y con una crema pastelera de verdad”. Por encima una pequeña capa de chocolate blanco. La verdad es que detrás del mostrador parecen apetitosas.

Lo más dificil para ambos ha sido romper la desconfianza inicial. David reconoce que, al principio, le costaba que la gente probara sus dulces, poco conocidos aquí y lo mismo le ocurre a Patrick. En la Belle de Cadix elaboran también sus propias masas para hacer el pan y resalta que el más apreciado por el público es el pan blanco en forma de rosca.

Horarios, localización y más datos de La Poeme, aquí.

Horarios, localización y más datos de La Belle de Cadix, aquí.

Dulces expuestos en la pastelería La Belle de Cadix. Foto: Cosas de Comé

 

 

 

 

 

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