En la puerta cuelga un cartel con tiza con lo que “hay para hoy”. La lista dice bien a las claras que es lo que se ofrece en el local: rabo de toro, menudo, carrillada en salsa, carne al toroy un guiso de garbanzos con chocos.
Es la oferta de la Taberna La Montera (calle San Pedo sin número. Teléfono: 647027763) situada en el casco antiguo de la ciudad de Cádiz y que pretende recuperar el ambiente de un tipo de establecimiento que ya no existe en la ciudad y es el local ambientado con elementos de los toros y el flamenco, las dos grandes aficiones de Juan Reyes, el tabernero y conocido hostelero de la ciudad donde ya ha regentado varios establecimientos, el último la taberna La Barbería en la plaza de San Francisco, un local que dejó hace ya 3 años.
Reyes, que colecciona objetos referentes a estos dos mundos, ha puesto en el local algunos de los objetos de su “museo” particular. Así hay cuadros de numerosos flamencos, carteles de corridas antiguas e incluso una montera y dos trajes completos de torero guardados en una ornacina para que no se estropeen.
El establecimiento abre todos los días al mediodía y por la noche y la idea es especializarlo en tapas de cocina tradicional. Para ello cuenta en los fogones con el gaditano Juan Pastrana, de 44 años y un especialista en platos de los llamados de cuchara. Juan Reyes señala que “nuestra especialidad es el rabo de toro, pero todos los días tendremos cuatro o cinco guisos fijos, además de uno del día que variará y que irá desde la sopa tomate a las alubias con calamares . Además tendremos chacinas buenas y vinos de barril para recrear el ambiente de las tabernas, que es lo que nos gusta”.
Juan Reyes, que tiene ya 60 años, señala que “se había perdido en la ciudad la taberna de ambiente taurino. Aquí hubo algunas famosas como La Privadilla o el Burlaero que tenía Agustín Fernández -El Melu- en la calle Doctor Dacarrete”. Reyes señala que van incluso a recuperar un curioso guiso que hacían en esta taberna y que eran unos garbanzos que se hacían con atún en conserva y que tenían un gran éxito.
Este establecimiento cerró sus puertas en la primera mitad del año 2011
Para nada estoy de acuerdo Andrés, recuperar el ambiente taurino no es feo y mucho menos cutre. Estoy deseando ir a Cadiz para pasarme por la Montera.
Queda un poquillo cutre y carca eso del “ambiente taurino”, pero en fin, cada uno es libre de equivocarse.