El carrito sale cada día con un itinerario distinto. “Va donde el público no puede encontrar helados artesanales” señala Massimo Pozzi, el maestro heladero de Da Massimo. Suele recorrer las playas de La Puntilla o La Muralla y luego las barriadas de la ciudad. Es el último invento de esta heladería del centro de El Puerto que se caracteriza por tener unas dosis de inventiva bastante elevadas que le ha llevado a hacer helados con vinos de El Puerto, con las tejas o traer a la ciudad conceptos como los helados a domicilio o los que se hacen “a la plancha”.
Massimo, italiano de nacimiento aunque ya lleva afincado en El Puerto de Santa María desde hace varios años, señala que ahora, en Italia, están volviendo a las calles los carritos de helados, una figura que también fue habitual en la provincia de Cádiz en el siglo pasado pero que ya se ve muy poco. El heladero ha adquirido una flota de tres carritos que destina a dos usos, uno de ellos el de pasearse por la ciudad vendiendo helados y otro servir de atractivo en bodas, bautizos y eventos donde acuden para repartir helados a los asistentes. (más información aquí)
El carrito que recorre las calles se mueve con una bicicleta eléctrica y está alimentado con una batería que le permite tener los helados en perfecto estado durante 10 horas. Tiene capacidad para seis sabores. Habitualmente llevan chocolate, vainilla, fresa y Kinder Bueno y los otros dos sabores los van cambiando. Los helados los sirven en tarrinas.
El carro lleva funcionando desde finales de junio y permanecerá en funcionamiento, al menos, hasta que termine la temporada veraniega.
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