Texto: Pepe Monforte
En el libro gastronomía y cocina gaditana de Carlos Spínola, la biblia de la cocina gaditana, el plato de los fideos con lenguado aparece como uno de los característicos de la cocina de El Puerto de Santa María y si se teclea en el imprescindible google el nombre del guiso aparece como un plato tradicional de la cocina andaluza.
Lo cierto es que los fideos con lenguado de Eugenio Espinosa, o Eugenio Guadalete, como se le conoce en El Puerto se han convertido ya en un plato histórico y característico de esta ciudad. Hoy en día el guiso, servido en plato hondo, y con fideos humeantes que esconden debajo un filete de lenguado de los de verdad, se sigue sirviendo intacto como lo creara Eugenio Espinosa Morales, padre del actual cocinero del establecimiento y abuelo de su gerente, miembro ya de la tercera generación de los Espinosa.
Eugenio Espinosa Romero, 40 años y responsable de que todo funcione bien en el restaurante para que todavía brille más la cocina de su padre, señala que para lograr que el guiso salga a la perfección escogemos “lenguados de los que aquí se conocen como tipo soldao” y que son los más apreciados en el mercado porque son más gordos que otras especies y tienen más sabor. Habitualmente se pescan en las aguas de Cádiz y especialmente en la zona de Conil.
No cabe duda de que los Espinosa tienen verdadera devoción por el pescado. En la vitrina expositora se acumulan bogavantes, cigalas, quisquillas, pargos, bocinegros, urtas y róbalos de buen tamaño y capturados en las costas de Cádiz. Los acaban de traer y su aspecto es inmejorable. La experiencia de la familia con la mar es larga. Eugenio Espinosa Morales era un chiquillo cuando se enroló en un barco de pesca de El Puerto de Santa María junto a su tío. Este ejercía de cocinero en el pesquero y fue enseñando a Eugenio los secretos de la cocina del pescado. Al poco el joven Eugenio se hizo cargo de la cocina del barco y aprendió a guisar la raya (un pescado que es fácil encontrar en bares del centro de El Puerto) al pimentón, el rape con pan frito, las papas con chocos y, sobre todo, los fideos con caballas.
Eugenio decidió dejar el barco pero no el contacto con el mar y se fue a trabajar como cocinero al desaparecido Bar Sucino en la avenida Micaela Aramburu y de allí a su primer negocio propio, La Primera y última donde ya se da a conocer por sus guisos marineros que ejercía en este local de la calle Aurora. El todavía joven cocinero quiere acercarse más al mar y coge otro establecimiento El Nuevo Bar y ya más tarde en 1953, el 13 de noviembre de 1953, como recuerda con total exactitud su hijo, abre el restaurante Guadalete, situado a pocos metros del río y donde destacó por su cocina marinera.
Eugenio recuerda perfectamente la fecha porque por entonces tenía 13 años y se incorporaba ya al negocio de la familia. Este cocinero, alto y delgado, vestido de negro y con el nombre del establecimiento grabado en rojo sobre su chaquetilla, saca de su cartera la foto de aquel día que no olvidará jamás. Vestía para la ocasión el mejor traje de camarero, con chaquetilla blanca, corbata negra y pantalón a juego. Ahora, a sus 68 años, sigue conservando la ilusión y sigue dirigiendo las cocinas de Casa Eugenio Guadalete.
Y es que los trece años tienen mucho de alegría para la familia porque también fue a esa edad cuando el actual gerente, Eugenio Espinosa Romero, que ha cumplido los 40, se incorporó al restaurante.
Fue en el Guadalete donde Eugenio abuelo creó el plato de los fideos con lenguado. La idea del cocinero era hacer un plato “más fino”, aunque sin dejar su carácter marinero. Hasta entonces preparaba el mismo guiso con caballas. Ahora decidió cambiar el pescado azul por una de las estrellas de los mares de la provincia de Cádiz y sustituyó el caldo de esta humilde especie por un sublime caldo de pescado y mariscos donde se cuecen los fideos que formarán parte del guiso.
Los dos responsables actuales del restaurante coinciden en que se ha mantenido intacta la receta del abuelo, que enseñó a Eugenio sus conocimientos de cocina. Las claves del plato están en la calidad del pescado, cocido en caldo y luego desespinado para meterlo en el guiso de fideos, y el líquido, el fumet, dicho en lenguaje de cocineros, en el que se hacen la pasta, una mezcla de verduras con los caparazones de mariscos y espinas de pescados de roca que cuecen a fuego lento hasta obtener el sabor deseado por los cocineros de Eugenio Guadalete.
Eso y un refrito de verduras de lo más simple son los ingredientes de este plato. Reconocen que el guiso se ha hecho famoso y que llegó a probarlo en Puerto Sherry el propio padre del Rey Don Juan Carlos, que quedó prendado del guiso marinero. Anualmente los fideos con lenguado viajan también a la feria del Corpus de Granada donde un centenar de amigos de la peña Los 9 lo tienen como plato fijo que les cocina allí mismo Eugenio. “Un año les cambie el plato y se quejaron y me dijeron que no lo cambiara nunca más y así lo hago” resalta el cocinero.
El nuevo restaurante Guadalete, el Eugenio Guadalete, también situado a pocos metros del agua, (Avenida Bajamar n. 36. Teléfono: 956056670) se puso en marcha en junio de 2008, hace pocos meses. Tiene capacidad para ochenta comensales y los fines de semana es dificil encontrar sitio. Los fideos, dada su popularidad, también pueden tomarse en la barra y el plato no resulta nada caro ya que no llega a los diez euros.
Sustitutía a la Casa de Extremadura, donde cocinaba la familia, en el mismo local, desde que dejaran de regentar el antiguo Guadalete, cerrado después de que lo explotara una empresa de Sevilla. Ahora, los Espinosa, han recuperado su fama en la elaboración de guisos marineros que se alternan con algunas nuevas creaciones como un paté de ortiguillas o la última creación de Eugenio Espinosa Palacios unos lomos de pargo rellenos de carabineros y cubiertos por una salsa de chipirones en su tinta. Más pan pa mojá.
Un amigo periodista afirma que cada vez que acude a este restaurante de El Puerto el camarero le pregunta que va a tomar de primero. El responde que fideos con lenguado, ¿y de segundo?, insiste el camarero…fideos con lenguado, responde.
Eugenio Espinosa y su hijo coinciden en que no es el único que lo hace. Qué muchos repiten “y reconocemos que también hay gente que no les gusta porque no les gusta el sabor a marisco”. Los Espinosa son defensores de los guisos de toda la vida, de los guisos marineros, cuyos secretos conocen a la perfección. De la cocina salen a diario chocos con papas, sin orégano, dice Eugenio padre, que es partidario de respetar al máximo los sabores del pescado. También tienen fama los arroces con bogavantes, que han incorporado al nuevo restaurante Guadalete y los chocos en su tinta. La mayoría de las fórmulas se mantienen intactas desde que fueran creadas por el abuelo de los Espinosa. De todos modos, poco a poco, salen nuevos guisos como una corvina en amarillo con papas y chicharos. La cuchara en el restaurante se hace casi obligatoria al igual que probar sus mariscos. Además de las galeras, que tienen en temporada, se ofrecen bogavantes cocidos, cigalas, langostinos de Sanlúcar o quisquillas.
Y si en vez de 300 euros hubieran sido 40? O 1000? La forma educada habria sido NO fumar, a menos que tengas permiso explicito del responsable del local. Y mas, viniendo de personas del ambito de la sanidad.
Hombre, que médicos y farmacéuticos, los responsables de nuestra salud, se quejen de que ‘un camarero’ les advierte la obligación que tienen de cumplir la ley para evitar problemas de salud… El camarero, a fin de cuentas lo que hizo fue cumplir con su obligación de ‘cumplir y hacer cumplir la ley, bajo sanción administrativa’.
Las formas frente al fondo…
Eugenio, es una pena que tres personas que van a La Goleta el 1/7 y se gastan mas de 300€ almorzando se vean abordados en la copa final, en la barra y a las 6 de la tarde y sin mas público, con un…” me vas a pagar tú la multa”…por estar fumando en la barra.
Conciente de que el hecho de fumar NO fué correcto, nos podrían haber acercado un cenicero. y de forma educada pedirnos lo apagáramos al no estar permitido por Ley.
Con esos modos nos seguiremos yendo los médicos y las Empresas farmaceuticas al Faro.