El Consejo Regulador del Jerez y la Manzanilla ha dado por comenzada oficialmente la vendimia de 2016. Esperan una cosecha más corta que la del año pasado pero con una uva de gran calidad según han hecho público en un comunicado en el que anuncian el comienzo del proceso. La recogida de la uva ya ha comenzado también en las bodegas de vinos tintos y blancos de la provincia.
Las primeras bodegas del marco en comenzar a recoger la uva Palomino, que es la que se utiliza para la elaboración de los jereces, han sido González Byass, Fundador y el grupo Estévez, según la información publicada por Diario de Jerez (pinchar aquí para ver la información completa).
El Consejo señala que “como siempre, la vendimia viene condicionada por las circunstancias meteorológicas registradas durante los últimos meses, si bien este año hay que destacar lo inusual de las mismas: hemos tenido un año relativamente seco, con cantidades en general por debajo de lo 500 litros por metro cuadrado (lo habitual es que se superen los 600), y ello a pesar de las lluvias torrenciales que afectaron a nuestra zona en el pasado mes de mayo. Por otra parte, los vientos de levante han sido la tónica durante buena parte del mes de julio y toda la primera quincena de agosto. Como es sabido, el levante –viento que procede del interior, cálido y seco– tiene una incidencia directa sobre la maduración de la uva, pero también sobre su peso, al contribuir a la disminución de la cantidad de agua que contiene el fruto. Desde el punto de vista sanitario, y tras los episodios de Mildiu que afectaron gravemente a algunos viñedos próximos a la costa tras las lluvias de primavera, precisamente el predominio del viento de levante ha actuado como perfecto antídoto contra cualquier otro tipo de plagas o enfermedades de las habituales en el Marco. Como consecuencia de todo ello, las primeras uvas que están entrando en los lagares presentan un aspecto muy sano, además de una graduación relativamente alta, por encima de 11,3º Baumé. Por lo que respecta a las primeras estimaciones de producción, todo apunta a una cosecha significativamente inferior a la del año pasado. Hay que recordar que la de 2015 fue una vendimia muy abundante, con más de 76,4 millones de kilos recogidos y una media de producción por encima de 11.680 kilos por hectárea. La menor pluviosidad de esta campaña, unida a los persistentes vientos de levante durante el verano sin duda determinarán una cosecha significativamente inferior en cantidad, si bien con una calidad excelente. En términos de superficie en producción, esta apenas ha sufrido modificación respecto de la vendimia anterior, con un total de aproximadamente 6.600 hectáreas dedicadas a la producción de uva con destino a los vinos y vinagres amparados por nuestras Denominaciones de Origen”.