El Bar Zindicato de Arcos, uno de los más populares bares de tapas de esta ciudad de la Sierra de Cádiz, ha cambiado de ubicación y ha dejado su local de la calle Corredera por uno mucho más amplio situado a la entrada de la población en la primera rotonda que hay entrando desde Jerez.
El establecimiento, situado en los bajos del Hostal Andalucía, tiene una barra para tapear, un salón con mesas y luego una amplia terraza cubierta en el exterior, en total tiene capacidad para unas cien personas.
El bar, que se inauguró el pasado 15 de septiembre, mantiene intacta su oferta basada en tapas y raciones y sus famosas “baguettes” que fueron las que dieron fama al establecimiento, aunque este cambió de forma fundamental su oferta con la llegada a la cocina del cocinero Elías Muñoz, hijo de Bernardo Muñoz Gil, el fundador del establecimiento hace ahora 18 años.
Elías, que ha estudiado cocina en la Escuela de Hostelería de Cádiz, ha reforzado la oferta de tapas del establecimiento y ha mantenido sus estrellas como la brocheta de langostinos con bacon o el crujiente que hace con el mismo marisco que ya estaban entre las tapas más vendidas en el anterior local.
El nuevo bar Zindicato, que abre todos los días, excepto los martes, desde las ocho de la mañana, ofrece, además de desayunos tapeo tanto al mediodía como por la noche.
Los platos de la carta se pueden tomar tanto en tapas, como en medias raciones y raciones. Hayde todos los gustos desde una tortilla de patatas, un cazón en adobo o unas patatas bravas, hasta propuestas más novedosas como una tosta de pan moreno de campo con carne en manteca y huevo, un queso de cabra frito con mermelada de tomate, unos huevos de choco a la plancha con salsa de yogurt griego y crujiente de kikos o un calabacín relleno de pisto y alioli gratinado. El bar también es muy conocido por sus caracoles, aunque estos sólo los hay en temporada.
Bernardo Muñoz señala que, además, todas las semanas intentan ofrecer alguna novedad en la carta. Precisamente la imposibilidad de poder agrandar la cocina para mantener la carta de tapas ha sido lo que ha llevado a la familia a abandonar su local del centro para ir a este situado en la zona nueva de la ciudad. De todos modos, han preferido mantener el nombre de Zindicato. Este nombre hace referencia al edificio que ocupaban y que fue en su tiempo el Sindicato Vertical en la dictadura de Franco. Para darle un toque de humor los propietarios decidieron ponerle el nombre con el que se le conocía en el pueblo “El Zindicato”.