Es cierto que los taberneros siempre han tenido cierto toque de poetas. Su vidas siempre han sido algo novelescas o, al menos, por delante de ellos, han pasado miles de historias perfectas para novelar. Ellos, sin embargo, han preferido, más que escribirlas, hacer poesía a base de lonchitas de jamón primorosamente cortadas y gruesas tajás de queso de esos capaces de mandar una depresión al mismo chichinpumpun.
Luciano Albarrán tiene 31 años. Nació en el barrio del Pópulo y ahora, tras ejercer como periodista durante unos cuantos años, ha decidido volver a su barrio y a ejercer la profesión de su padre, la hostelería.
Le gusta escribir poemas y por eso ha puesto a su pequeña taberna, que ha abierto en la calle Fabio Rufino número 7 de El Pópulo (teléfono 682653789), un nombre casi también de libro de poesías: “El bache del Bohemio”.
La idea de Luciano es recuperar un espacio casi perdido en las ciudades, el que se conoce con el nombre de tabanco en Jerez y que se conocía en Cádiz como bache, un lugar en el que la gente iba a tomar una copa, habitualmente de vino de Jerez y también luego de Valdepeñas, estos espacios también llegaron a conocerse como Valdepeñeras, y que servían, sobre todo, de sitio de tertulia.
Los baches de Cádiz fueron perdiendo vigencia y practicamente han desaparecido de la ciudad. La idea de Albarrán es recuperar este espacio, aunque logicamente actualizado. Así la oferta se basa en vinos y chacinas, quesos y conservas para acompañar, lo que se tomaba en este tipo de establecimientos. Luciano le ha dado al lugar el toque bohemio porque de la pared cuelgan poemas propios y ajenos y también vistosas fotografías de la ciudad realizadas por Paco Rocha y Jose Berasaluce, amigos del tabernero. También cuelgan abanicos pintados por su hermana Lucía y un poema de su hermana Mila. En la puerta, como bienvenida, unas frases del escritor Fernando Quiñones definiendo el espíritu gaditano: “Puestos, arriesgadamente, a resumirlo, diríamos que lo más hondo y diferenciador del espíritu gaditano, está en una combinación de equilibrado clasicismo, desbordado por una vocación de profunda alegría vital, a la que a su vez, moderan, una vieja experiencia burlona, indolente, que en ocasiones llega a ser enojosa”.
El bache del Bohemio pretende convertirse también en sitio de tertulia, donde se hable. No hay música de fondo y el horario, es el del tapeo, de 12 de la mañana a 4 de la tarde y de 8 a 12 de la noche. No es un lugar de copas largas, aclara Albarrán que destaca que las tapas de chacinas y quesos se sirven en papel parafinado al estilo de los ultramarinos antiguos.
Para este joven tabernero la profesión no es nada desconocida. Llegó a tener su empresa de catering hace unos años en San Fernando y su padre, Luciano, ha dedicado toda la vida a la hostelería, estando incluso en Madrid en un local llamado La Catedral de Cádiz.
El Bache del Bohemio abre todos los días excepto los domingos por la noche y los lunes.
El colectivo de personas lectoras con Carmen Sánchez, el fuego de la Utopía con Alfonso Baró, y Raquel Zarazaga intervendrán en el ciclo de Poesía en el Bache del Bohemio.
Empezaremos a las 20.30 horas, os esperamos. No faltéis. Saludos.