Texto: Pepe Monforte
La Ibense se llama ahora Bornay Dessert. Ya no está en Sanlúcar, sino que su sede se ha trasladado al polígono agroindustrial de Jerez y ahora quiere establecerse en todo el mundo a través de una franquicia bajo el nombre de Bornay Sunrise & Sunset, que traducido resulta, más o menos, del amanecer al atardecer. Lenguaje global, facilmente entendible para todos, objetivo: expandirse por todo el mundo.
La idea la están repitiendo ahora muchos hosteleros, de una u otra forma y es la de tratar de no ceñirse a un solo negocio en un local, sino que este sirva para alojar varios a la vez. En este caso desde desayunos por la mañana hasta copas por la noche, pasando por un helado al mediodía, una cerveza de marca para el aperitivo, una comida a base de comida rápida ligera para el almuerzo, dulces para la merienda y por la noche hasta una copa de selecto champan francés. Todo eso se puede encontrar en los 275 metros cuadrados que ocupa este establecimiento situado en primera línea de playa de La Victoria en cádiz, en los bajos del hotel Playa Victoria. Es la apuesta de la familia Bornay, principal accionista de la empresa y que se ha aliado ahora con una firma jerezana también de nombre global Paymor Flight, liderada por Javier Moreno y Miguel Padilla.
Paymor Flight tiene el objetivo de expandir los helados y los dulces de la Ibense por todo el mundo utilizando esta plataforma bajo el nombre de Sunrise & Sunset. Por el momento ya hay tres establecimientos bajo esta enseña, uno en Vistahermosa, en El Puerto de Santa María y otro, más pequeño, en el centro comercial Las Dunas a la entrada de Sanlúcar. Este, de todos modos, es el primero que franquician, es decir, que está gestionado por otro empresario.
El horario es de ochoy media de la mañana hasta las 12 de la noche. La luz caracteriza al establecimiento. La fachada es entera de cristal. Hay cierto toque americano, de Estados Unidos, en todo y es que la Ibense está presente en este país. Un gran letrero con el nombre de la cadena preside el establecimiento. Fuera, una terraza con vistosas sillas rojas y blancas. Por dentro, también muchos colores. Helados llamativos, expositor con mucha luz de dulces y sandwiches (bocadillos pero de pan de molde) y dos expositores que llaman la atención, uno de cervezas, en el local sólo se vende por botellas, no hay de barril y otro refrigerador que presiden varias botellas de champan francés pero del caro.
El concepto de franquicia, la idea del negocio, traducido a un lenguaje más sencillito, es de Patrick Koch y José Rey y un sanluqueño, Juan Luis Jiménez, 37 años y responsable de la empresa Ng Interiorismo es el que ha desarrollado la decoración de los establecimientos. La oferta variopinta que va del café con mollete y zurrapa de lomo para desayunar hasta la copa de por la noche con la posibilidad de conectarse a internet gratis dentro del establecimiento.
De todos modos, la cosa está muy cuidada. La zurrapa de lomo viene cuidadosamente empaquetada en monodosis y el café se puede servir capuchino, irlandés o hasta con un helado dentro. Si a alguien se le antoja un chocolate hay hasta tazas con dibujitos de vacas y gatos para que la cosa sea más agradable. Se anuncia como gran atractivo un supermollete de nocilla que se recomienda tomar caliente.
Para comer al mediodía ensaladas ya preparadas en una vistosa vitrina, sandwich de queso Philadelphia con salmón, pan de pita de pastrami (una comida muy típica en Estados Unidos que es una especia de embutido de ternera) o un “Chiken royal”, nombre bajo el que se anuncia un pan de semillas con pollo asado dentro más verduras y una salsa al curry.
En el nuevo local se estrenan unos helados, de los de palito, que se preparan al gusto del consumidor con un gran surtido de ingredientes y para los niños se inaugura los “spaguetonis” un helado de vistosos colores pero en forma de espaguetis italianos. En los helados, la especialidad de la Ibense junto a los dulces, es donde la carta alcanza su máxima vistosidad con fotos extremadamente cuidadas que anuncian desde una fondue de chocolate en la que se pueden mojar frutas, hasta un helado de mojito que lleva hata hierbabuena, pasando por unos vistosos creps que se rellenan de helado.
Ahora, si todo sale bien, el próximo objetivo es Sevilla y luego…quien sabe.
Este establecimiento cerró sus puertas en 2011