El espectáculo comienza a las ocho de la mañana en el recinto ferial de Trebujena. A esa hora las peñas, más de un centenar, comienzan a montar su infraestructura para hacer, más tarde su guiso propio de garbanzos como conejo.
El como, como ya saben, no es ningún error, porque en el guiso no hay conejo, sólo arroz, garbanzos y poco más. A partir de la una y media de la tarde es cuando se empieza a degustar el guiso, aunque antes muchas de las peñas reparten entre los presentes otros guisos típicos de la zona y mosto, mucho mosto. La convocatoria, que celebra este año su 31 edición, es una de las más singulares fiestas gastronómicas de la provincia y tiene lugar tradicionalmente el primer domingo de diciembre para celebrar la llegada de los nuevos vinos.
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