Aguasalá, una nueva empresa creada en El Puerto de Santa María, vende por internet para toda España pescado y marisco fresco que compran directamente en las lonjas de Conil y Sanlúcar el mismo día en que llegan a puerto. Al día siguiente lo ponen en casa del cliente

Imágenes de la página web de Aguasalá

Texto: Pepe Monforte

Es como si tuvieramos a alguien de confianza que nos va por el pescado al mejor sitio a donde se puede ir a comprar, la lonja, donde llegan directamente de los barcos. Santiago Ponga, tiene 44 años. Cada vez que recibe un pedido en su recién creada página web “aguasala.es” se va hasta la lonja y allí adquiere el pescado o el marisco fresco que le solicitan. Personalmente se encarga de seleccionarlo.

Va a las de Sanlúcar, de donde comercializa los famosos langostinos o gambas, además de sus preciadas acedías, o a Conil de donde trae pescados de roca como el pargo, el voraz o el famoso bocinegro, la estrella de los mares de Conil y un pescado dificil de obtener ya que es muy demandado en el mercado italiano donde se paga un alto precio por él. Santiago señala que “el bocinegro no lo tenemos todos los días, pero cuando lo encontramos lo comercializamos a través de la web”.

Una vez comprado el pescado y el marisco, se envasa esa misma tarde. Se puede hacer de varias formas. El cliente lo puede pedir tal como llega del mar, tan sólo lavado, o también ya limpio y preparado en filetes, el pescado de roca, o el marisco cocido o crudo, en el caso de esta especialidad. Cuando lo está envasando, Santiago, incluso envía una foto al cliente para que este vea el proceso “y sienta su pedido, como si lo estuviera comprando en la pescadería”, señala de una forma muy gráfica este empresario portuense.

Ese mismo día sale ya hacia el domicilio del cliente al que le llega en la mañana del día siguiente en cajas de poliexpan (las de esa especie de corcho de color blanco) y en transporte frigorífico, para que llegue en perfectas condiciones.

En la web, incluso, tienen colgadas recetas y instrucciones de como comer el marisco.

Santiago Ponga, de El Puerto de Santa María y su mujer, Carmen García, se han llevado más de un año madurando la idea. Ambos tienen experiencia, ella en el trabajo en la administración pública y el  como directivo de empresas. En el proyecto han invertido más de 24.000 euros, la mayoría en desarrollar toda la infraestructura técnica. No han recibido ninguna ayuda pública. Lo cierto es que la web llama la atención, es muy elegante y las fotos están muy cuidadas. La página ha sido desarrollada por otra empresa de Cádiz, Vallealto Webtech, cuyo gerente José María Carrascal ha dado vida al proyecto de Santiago y Carmen.

Santiago señala que “me pasaba una cosa muy curiosa. Muchos amigos, sabiendo que me gusta todo esto del pescado y el marisco y que tengo experiencia en su compra (trabajó varios años en la firma portuense Romerijo) me pedían que le enviara cosas. Lo cierto es que al final pensé que esto podría convertirse en una oportunidad de negocio. Habiamos visto también que existían experiencias similares en otros puntos de España, así que pensamos que se podría hacer algo aquí teniendo en cuenta la calidad de los productos que tenemos”.

Apoyo de los hermanos Brioso de Sanlúcar

Así se puso a madurar el proyecto y encontró el respaldo de algunas empresas del sector como los hermanos Brioso de Sanlúcar, una de las pescaderías más prestigiosas de esta ciudad y con mucha experiencia en la comercializacion del langostino. También encontró apoyo en la lonja de Conil. Con ambas está ya trabajando. A la de Sanlúcar acude por la tarde y a la de Conil por la mañana.

Cada semana revisa los precios “porque el mercado es muy cambiante” y va incorporando especialidades nuevas. En la página se pueden ver pijotas o salmonetes y ahora acaban de incorporar los muergos, las coquinas o las cañaillas. El pedido mínimo es de un kilo de pescado o marisco. En la oferta incluyen incluso mariscadas. Hay una para dos compuesta por langostinos de Sanlúcar “terciaos”, gambas de Huelva grandes y cigalas. LLeva medio kilo de cada especialidad y sale a 83 euros, incluidos los costes de envio. También se puede adquirir un surtido de dos kilos de pescado con 500 gramos de acedías, tapaculos, salmonetes de playa  y pijotas. En este caso el precio es de 53 euros, incluido también el transporte.

Entre que el cliente realiza el pedido (se puede hacer a través de la página o por teléfono)  y lo recibe en su casa pasan 48 horas. Por el momento, señala Ponga, la zona de donde se están recibiendo más pedidos es Galicia. La mayoría son personas que quieren disfrutar del marisco en su propia casa, aunque también ha recibido algún pedido de restaurante. La web funciona desde el pasado mes de septiembre aunque es ahora, después de un periodo de rodaje, cuando están ya a pleno rendimiento. La idea de Aguasalá es ir aumentando el catálogo de especialidades.

Pinchar aquí para ver la página de aguasalá.

Santiago Ponga posa con un pescado de roca listo para ser envasado y enviado a su destino. Foto: Cosasdecome