Barra Siete, el establecimiento creado por el grupo El Faro especializado en una forma de comer más desenfadada y de “picoteo” ha puesto en marcha dos menús degustación al estilo de sus hermanos mayores del grupo, aunque esta vez la propuesta se centra en las tapas. Así se han puesto en marcha dos propuestas concretas, una diseñada para una persona y otra para dos, que, mediante esta forma, pueden probar más especialidades.
El menú para una persona está compuesto por cuatro tapas y un “chupito dulce”, una fórmula creada por Barra Siete en la que se traslada la fórmula de la tapa a los postres ya que se trata de pequeños vasos con cremas y mousses, que varían cada día, y que permiten terminar la comida a base de tapas con un postre ligero.
El menú para una persona está compuesto por una “latita de nuestra conservera”, que son tapas presentadas en unos platos que simulan latas de conserva. En ellas hay propuestas como:
Entre estas siete propuestas el comensal elige una de ellas. Luego el menú contiene otras tres tapas que si con fijas y que son:
Además incluye una bebida, pan y picos, y el chatito dulce a elegir también entre los sabores disponibles y que varían cada jornada. El menú completo vale 14 euros (iva incluido)
Pero el establecimiento también ha diseñado una propuesta más completa para los que quieran disfrutar de un menú de tapas en pareja. En este caso la propuesta se compone de dos latitas de la conservera a elegir entre las siete propuestas existentes y luego lleva para compartir 6 tapas más, por lo que en total son 8 para dos personas.
Incluye también dos bebida (una por comensal), pan, picos y dos chupitos dulces. En este caso el precio es de 21 euros por persona.
En este segundo menú se ha incluido el plato que ha diseñado el cocinero José Manuel Córdoba, alma de este establecimiento y del Ventorrillo del Chato, en homenaje a la cocina del siglo XIX. Para ello Córdoba ha recurrido a las salazones que eran uno de los platos típicos de la época. Así ha escogido unos filetes de anchoa que se acompañan con una vinagreta realizada con aceite de oliva virgen extra, pimentón, ajo, perejil y limón, recordando a los escabeches que se solían realizar por aquellos años.