Texto: Pepe Monforte
Uno de lo sitios que ha hecho más populares la masita ha sido Frasquito, uno de los establecimientos más visitados por los turistas en el centro de Setenil. Hace pocos días que se ha jubilado, aunque su última labor ha sido formar a sus sobrinos, Montse Linares Dominguez, 38 años y Eduardo Hidalgo Linares, 43, para que se hagan con las riendas del bar en el que ha pasado gran parte de su vida los últimos 15 años y que seguirá ahora abierto regentado por ellos y con las mismas tapas.
Frasquito Dominguez Anaya empezó a trabajar a los 8 años, en su Setenil natal y ayudando a su familia en el campo, sobre todo en el cultivo de los cereales. Dejó el colegio para ponerse a trabajar, aunque dio algunas clases por las tardes para saber algo más. Luego vendría una representación de chacinas en la que ha estado muchos años y que le hizo conocer bastante bien el sector. Por eso en 1995 decidió convertir un garaje que tenía en la calle Cuevas del Sol en bar. El mismo hizo la obra y colocó algunas fotos y recuerdos del pueblo en las paredes. Para las tapitas escogió de lo que sabía y se trajo un buen jamón y buenos quesos y chacinas y así comenzó a funcionar Frasquito.
Las tapas han cambiado poco en estos años porque le han dado buen resultado y para que arriesgar. Señala que lo fundamental “es trabajar con buena materia prima y así salen las cosas bien”. Así hace unas brochetas de carne de cerdo ibérico con tacos de verdura “pero yo no las pongo en un palo, las hago a la plancha separadas porque así se hacen mejor”. También hizo famoso su pincho de asadura de cerdo.
Una de sus tapas preferidas, y de las que más ha vendido, son las carnes en manteca. Preparaba lomo, chorizos y chicharrones y afirma “que hacerlo bien, para que la carne quede jugosa, es dificil”. Sus claves son primero dejar la carne, cinta de lomo de cerdo, en una salmuera de agua y sal para que suelte la sangre. Luego utilizar tomillo que el mismo recoge para aromatizar el preparado y para freir la carne ponerle vino fino de Montilla y la manteca de cerdo. De esta manera señala que la carne cuece con el vino y queda mucho más sabrosa, que si se hace solo con agua.
También hacía sus propios chicharrones con panceta de cerdo y también los conservaba en manteca para que “no se pongan duros”. Ahora está dispuesto a enseñar lo que sabe para “las gentes que venían desde Cádiz, Sevilla o Sanlúcar para probar mis cositas puedan seguir disfrutándolas.
Si quiere ver la receta del lomo en manteca de Curro El Cojo, una de las recetas míticas de este plato en la provincia de Cádiz, pulse aquí.