Es una variacón del tocino de cielo. De ahí su nombre manjar celeste, en referencia al cielo. Fue un postre famoso en el restaurante El Veranillo, un establecimiento que logró gran fama a finales del siglo XX en Sanlúcar y que tenía una cocina muy original a cargo de la cocinera Juana de los Santos
Calentar el agua con el azúcar en un cazo a fuego lento. Hacer un almibar que quede espeso con el azúcar y el agua. Dejar enfriar.
Cuando esté frío se le añaden las doce yemas de huevo previamente batidas. Se pone a fuego lento y sin dejar de mover con una cuchara de palo se va dejando que espese. Se le añade la miga de pan mojada en leche y se sigue moviendo. El punto perfecto se consigue cuando se comienza a despegar sin dificultad del cazo la crema. Entonces se vierte ya en los cuencos donde se vaya a servir y se le añaden las almendras cortadas en pequeños trozos.
Se sirve frío.
El manjar celeste era el postre más conocido de El Veranillo que estaba en la prolongación de la Avenida Cerro Falón n. 6. El establecimiento abrió en 1986 y estuvo abierto hasta hace pocos años, cuando Juana de los Santos se jubiló. Juana, copropietaria del establecimiento junto a su marido Enrique Angulo señala que lo aprendió lo hace desde que abrió el establecimiento. Lo aprendió de su maestra de cocina, la sanluqueña Lola Eyzaguirre, una de las grandes cocineras de la ciudad y que lo hacía habitualmente.
Qué ilusión me hace volver a ver a Juana, qué buenos ratos hemos pasado en su restaurante donde comíamos maravillosamente siempre, y con su niña cuando era pequeñita.
Muchos besos Juana.