El restaurante abrió en 1955 de la mano de Antonio Ramírez Torrejón. Luego siguió la estela su hijo José Antonio Ramírez Acosta y ahora su nieto José Antonio Ramírez Sucino que regenta el establecimiento desde el año 2002.
Bar y restaurante con cierta estética y estilo de las típicas ventas de carretera de la provincia de Cádiz. Cuenta con una amplia barra para tapear y luego 3 salones y terraza, en total capacidad para más de 300 personas lo que lo hacen convertirse en local también preparado para celebraciones. En uno de los comedores está el Cristo de la Almadraba, una representación de un Cautivo de aproximadamente un metro de altura, que incluso procesiona los Viernes de Dolores.
Se come a base de raciones, de tamaño generoso, con cocina tradicional, sobre todo pescados fritos o a la plancha a lo que unen un catálogo de guisos y aliños.
En cuanto a la gastronomía los platos más solicitados son las almejas a la marinera, los pescados a la plancha y fritos y las tortillitas de camarones. En temporada (noviembre) tienen también pescado de estero.
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