El tapatólogo Alejandro Mackinlay a través del uasatapa, la utilidad para teléfonos móviles de los tapatólogos (más datos aquí) recomienda las albóndigas metías en tomate de la Venta Paquete de Puerto Real.
Alejandro, claramente emocionado ante las albóndigas aprovecha para hacer una completa reflexión sobre albondiguismo, la ciencia que estudia las albóndigas.
En concreto señala: “Con tu reportaje de las albóndigas en tomate de el bar Nono (ver aquí el documento), me habeis tocado la moral, ya que estamos hablando de una de mis debilidades culinarias, esto es, LAS ALBÓNDIGAS, si con mayúsculas. A si que oa declaro la guerra “albondiguistica”, a ver quien las encuentra mejores, dentro del clasicismo, o lo que es lo mismo, albóndigas de carne, a lo sumo pescado o cefalópodos, no más. Aunque para ser sinceros totalmente, ya oa voy adelantando que para mi las autenticas son las de carne, así sean de ternera, cerdo o mixtas. Y por supuesto, quitando de en medio los “nuevos inventos”, siempre en sus dos versiones, en tomate y en salsa ya sea amarilla o la marrón de toda la vida”.
“Para empezar -sigue el tapatólogo- y sin anestesia, os mando las que he comido hoy en la venta “Paquete” en el Barrio Jarana. Clásicas donde las haya, “metías en tomate”, pero que tomate, ¡¡por Dios!! Las bolas de carne son prietas a secas sin exageraciones, con un aliño de agárrate y no te menees, espectacular, con un tamaño ideal para sacar dos bocados por pelotilla al partirla por la mitad. Esto es debido a que una vez que la partes y dejas la cara limpia sin tomate mirándote a los ojos, esta te dice a gritos que la cargues bien de la salsa de tomate, para explicarme mejor, al partirla la media albóndiga que te vas a llevar a la boca, parece la cubierta de vuelo del “Juan Carlos I”, limpia donde se ven las motitas del perejil y la carne magra, sin grasa alguna, y de verdad que te suplica que la cargues de tomate. Una vez partida la susodicha y con la ayuda inestimable del trozo de pan la cubres bien con la salsa, pinchas un par de papas, y con un sobre esfuerzo para no llorar te la llevas a la boca, si el conjunto entero, empezando por el tenedor con su “conteiner” de carne tomate y patata, y sin solución de continuidad el trozo de pan empapado en la salsa. Del tomate ni os hablo, no quiero haceros daño o que sufrais hasta que vayais a catarlo. La palabra que lo define es “UNICO”, no conozco otro mejor o que me guste mas, como prefieras. Tomate fuerte de sabe Dios cuantas horas en el fuego, aunque le coloques al lado un humidificador no le sacas ni una gota de agua. Como no quiero aburriros, lo resumo, excelente, espectacular, exquisito, sublime, etc. Por cierto, el precio de la media ración es de 7,50€, ahora bien hay que comérsela, que el listo que pique algo antes como unas papitas aliñas o unos chicharrones por poner algo, va a sudar tela para acabarse el plato”.
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