La Pulpería Con acento gallego las hará, con conjuro incluido, durante la cena para luego repartir la bebida entre los clientes del local

La Pulpería  Con Acento Gallego de Jerez (ver aquí más datos) ofrece los viernes y los sábados por la noche y durante todo el verano un original espectáculo.

En estos días y una vez que los clientes tengan ya sus cenas avanzadas en el local se elabora una queimada con orujo. Esta se hace como manda el ritual gallego, con un conjuro, una serie de frases que el cliente tiene por escrito en su propia mesa, tanto en gallego como en castellano para que lo pueda seguir.

Una vez que ha terminado la confección de la queimada delante del público, se reparte la bebida entre las personas que están en el local de forma gratuita.

Antonio Domínguez, uno de los propietarios del establecimiento señala que “este ritual pagano se remonta al siglo XI, cuando las tribus celtas recorrían el noroeste español procedentes de Galicia. Llevaban consigo una receta que se ha transmitido de generación en generación. Este líquido de fuego aún se elabora en muchos festivales de Galicia. Incluso en fiestas privadas y reuniones de amigos, como una forma curiosa y ancestral de alejar a los espíritus malignos que esperan pacientemente a las almas inocentes. La bebida se prepara en una olla de barro, que simboliza la tierra. El aguardiente gallego de orujo, un vino destilado con un contenido de alcohol muy alto, simboliza el agua o las lágrimas de la Madre Naturaleza, y se convierte en la base de esta bebida. Este orujo de aguardiente se mezcla con hierbas o café, azúcar, ralladura de limón y granos de café”.

“En el caldero -continúa Antonio- se enciende una llama, y el alcohol se empieza a quemar, simbolizando la luz. El azúcar se extrae del fondo de la olla de barro, creando una hermosa cascada de fuego azul, que carameliza. Cuando las llamas finalmente desaparecen, las bebidas, calientes, toman una forma de color canela, y se echan con un gran cucharón en vasos de barro. Mientras las llamas crepitan y suben por efecto del azúcar, se suele recitar o cantar un conjuro, que en su origen es un poema medieval, y sirve para proteger el alma de los espíritus malignos que están cerca. Cuenta la leyenda que, tras el conjuro, el primer sorbo de la queimada purifica el alma y expulsa los malos espíritus, mientras que el segundo limpia la mente de los prejuicios, y el tercero da lugar a la pasión.”

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