Llega a la provincia “Gïk” un vino dulce creado por seis jóvenes españoles y coloreado de forma natural en azul. Se venderá en la tienda especializada en vinos Baco de Cádiz

El vino azul. Foto: Cedida por Baco Vinos

Nada es convencional. Lo primero, claro, el color, un azul llamativo, añil, le llamariamos los antiguos, indigo lo definen ellos. El nombre, que no siginifica nada en particular, señalan sus autores, lleva una i con dos puntos en lo alto y en la etiqueta aparece un persona, con una copa en la mano y acomodado en un sofá que tiene cara como de animal de compañía, pero en fantasía.

Sus creadores, seis jóvenes afincados en Bilbao que nada tienen que ver con el mundo de las bodegas. De hecho en el grupo hay diseñadores, informáticos y químicos. Dicen que “Gïk representa la parte innovadora de la vida, porque nosotros somos así. Creemos en la rebeldía creadora, queremos innovar y construir cosas nuevas, romper con el pasado e inventar el futuro. Nunca vamos a tener una oficina fija; Internet y nuestro buzón de correo electrónico se han convertido en nuestra oficina real”.

El vino azul se presentó en la tarde del miércoles 17 de junio en Cádiz, en la tienda Baco Vinos, una vinoteca que se abrió en 2012 y que desde hace sólo unos meses gestiona la familia Linares, que quiere dar un giro al negocio y ofrecer productos novedosos como este. Ernesto Linares, que se encarga de atender el establecimiento, señala que tuvieron conocimiento de este novedoso producto “y nos hemos hecho con él tanto para tenerlo en nuestra tienda como para distribuirlo por la zona”.

La creación de Gïk ha supuesto dos años de trabajo por parte de estos jóvenes empresarios, tres de los cuales se desplazaron a Cádiz para presentar la bebida. Emplean para su confección una mezcla de uvas tintas y blancas y luego, el color, lo más llamativo lo consiguen a base de pigmentos naturales. Tiene 11,5 grados es de sabor dulce y recomiendan beberlo muy frío. Su precio ronda los 8 euros.

No es el primer proyecto de vinos “tecnológicos” que se producen en España. De hecho otro empresario de la provincia de Cádiz, José Antonio Sánchez Pazos, de Sherry Gades ya puso a la venta el pasado año “Wine of fire”, una gama de vinos, tres en concreto, que al agitarlos desprenden colores que simulan llamaradas de fuego. El efecto se consigue con colarantes naturales alimentarios que no tienen sabor. De hecho estos vinos han encontrado un importante mercado en China (más información aquí).

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Más información sobre Gïk, aquí.

Ernesto Linares (con camisa blanca) junto a tres de los creadores del vino azul, durante su presentación en Cádiz. Foto: Cedida por Baco Vinos