Hay que pedirlos, por lo menos, para cuatro personas porque la pieza suele tener entre 1.800 y 2.000 gramos de peso. Son chuletas de vaca rubia gallega de gran tamaño, pero también de un estupendo sabor, ya que tienen mucha grasa infiltrada” destaca Miguel Angel Rubiales, cocinero del establecimiento.
La estrenaron el pasado fin de semana y en este repiten dado el respaldo del público. Rubiales destaca que lo único que se hace es ponerlas “en la plancha y dejarla hacer. Al final las dejamos reposar unos cinco minutos para que los jugos se repartan”. Los chuletones se acompañan de dos productos tipicamente gallegos, las patatas, hechas a la panadera y pimientos del padrón fritos.
Se les llama “tomahawk” por su similitud a las hachas que llevaban las tribus indias.
Por otra parte el establecimiento también ha puesto en marcha un apartado especial dedicado al atún rojo salvaje de almadraba, cuya campaña acaba de comenzar. Así tienen tartar, tataki, una parpatana glaseada al vino tinto y barriga de atún a la plancha. Miguel Angel Rubiales destaca que “de todos modos ofrecemos más o menos especialidades de atún dependiendo de lo que nos sirvan desde Gadira nuestro proveedor”.
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