Son una variedad de judías especialmente valoradas por su textura y sabor

Habichuelas pías. Foto: Lola Monforte

Hoy miércoles han llegado al mercado de abastos de Conil los primeros ejemplares de habichuelas pías, según informa Paco Vázquez, experto en la huerta conileña y que regenta una frutería y tienda de verduras en este espacio.

Vázquez resalta que este año, con motivo de las lluvias, la temporada se ha retrasado pero los primeros ejemplares están ya a la venta. Las habichuelas pías son especialmente valoradas ya que ya se plantan muy pocas en la localidad a pesar de su calidad y la mejor textura que tienen. Este tipo de productos están desapareciendo de las plazas de abastos debido a que cada día se utilizan menos semillas autóctonas lo que condena a la desaparición a estos productos singulares. Vázquez trabaja, en unión de agricultores locales, en la conservación de estas variedades autóctonas como estas habichuelas, los “frijones”, los alcauciles romanos o las azofaifas.

Las primeras habichuelas proceden de cultivo en microcanales, unos plásticos que se colocan encima de la plantación y que aceleran su cultivo. La temporada de este producto es muy corta y se prolongará poco más de un mes. Las habichuelas pías son de un color verde claro y ya se venden exclusivamente en Conil ya que la cosecha es muy corta.

Se caracterizan por ser más tiernas que otras especies, aunque su tamaño es más pequeño y su color de un verde muy claro, con manchas y de ahí, según Francisco Vázquez,  puede venir su nombre, de su semejanza «por tener manchas en la piel», con las vacas pías.

Vázquez señala que el consumo de las habichuelas pías se reduce ya a Conil, donde si es demandada, pero la cortedad de la producción y el corto espacio en el que se dan, hacen que no sean conocidas en otros lugares, a pesar de su exquisitez gastronómica.