Lugar: El Fogón del Guanche (Calle Amargura número 19. Teléfono: 956474651) en Puerto Real.
Día del hallazgo: Martes 9 de marzo de 2010
Tapatólogo descubridor: Juan Luis Espinosa (tapatólogo de la demarcación de Puerto Real)
Apartado científico: Croquetología de nueva generación. (Dicesé de la ciencia que estudia la croqueta en un nuevo estadio que se aparta del concepto clásico del cilindro alargado recubierto de huevo y pan rallao y cuyo representante más característico es la llamada croqueta del puchero. El croqueterismo de nueva generación nace con la invención del maesito aquella croqueta de mínimas dimensiones que revolucionó el concepto de las masas comestibles. Estos mejillones, según el Colegio de Tapatólogos, son, en esencia una croqueta, pero en un grado de sofisticación superior al alojarse en la cáscara del mejillón lo que le confiere ese estadio superior que se enmarca en esta ciencia emergente e interesantísima de la croquetología de nueva generacion).
Puerto Real se está convirtiendo en una población con importantes yacimientos tapatológicos. Este que describimos a continuación se debe a las investigaciones realizadas por el tapatólogo de la demarcación de Puerto Real Juan Luis Espinosa que ha encontrado estos mejillones rellenos, una receta clásica pero que en las manos del cocinero Marcos Suárez, el jefe de cocina de El Guanche de Puerto Real, se convierte en plato de interés tapatológico. Marcos señala que el primer rasgo que rodea a estos mejillones es que no son gallegos, que es lo más habitual por la zona, sino que son nativos de Nueva Zelanda, y no es que se les note en el acento, que eso en los mejillones no se nota, pero si en el tamaño, que es notablemente más grande. Marcos los pica cuidadosamente y los mezcla en una sartén con su poquito de cebolla y una bechamel clásica. Con esta farsa rellena los cascarones de los mejillones y luego empana el conjunto con huevo y pan rallado. Fritura en freidora y a la mesa con un poquito de lechuga por debajo, nada más. Los mejillones rellenos son un clásico de la carta del restaurante puertorrealeño y siguen siendo éxito de ventas y público. Se sirven en parejas de dos, adornados con una modesta hojita de perejil y lo suyo es comérselos con unos piquitos. Ah, se me olvidaba, que el Guanche cierra los domingos por la noche y los lunes enteros.
Más información sobre El Guanche de Puerto Real aquí