Lugar: Horno de San Antón (Calle Pajaruco número 1. Teléfono: 956125509) en Benaocaz.
Día del hallazgo: Domingo 10 de abril de 2011.
Tapatólogo descubridor: Cosas de Comé
Apartado científico: Desayunística, la ciencia que estudia la ruptura matutina del ayuno. Nos hallariamos ante el primer caso detectado de Molletería, un área de gran importancia dentro de la desayunística.
Primera aclaración importante, la molleta no es la mujer del mollete, sino que es otro nombre que recibe esta bendición del señor que es ese pan poco ello, dispuesto para ser tostado, delgadito y que tras la sesión de rayos uva queda morenito y crujiente. En principio estaríamos ante una versión del mollete porque lo primero que aclara David Alvarez, el artesano panadero que realiza este fenómeno panario, es que no depende ni de formas ni de fórmulas, sino lo único que ocurre es que en el algunos sitios se le llama mollete y en otros molleta, aunque esta última palabra es habitual oirla por poblaciones como Benaocaz, en la Sierra de Cádiz. La molleta del Horno de San Antón, no es redonda como el mollete que estamos acostumbrados a ver y es un poco más alto, con la miga más ligera, que un mollete normal. Puede llegar a recordar a un pan ya practicamente desaparecido y que se conocía como “la pachanga”. Lo cierto es que la molleta, una vez tostadita aguanta lo que le echen porque en cualquier caso está buenísima y te cruje en la boca dejándote un sonido que no se olvida en la vida. La historia molletística de cualquier persona cambia después de haber probado esta molleta de Benaocaz. Personalmente recomiendo un rellenito de aceite de aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Cádiz con un poquito de paletilla ibérica de Bellota, por ejemplo de Montesierra de Jerez pero con unos chicharrones de Chiclana y unas lonchitas finas de queso semicurado de El Gazul de Alcalá eso tiene que estar también para darle besitos. En todo caso les invito a que, después de comprarlas, practiquen lo que se llama el relleno “imaginativo” que es ponerle al pan lo que les parezca. Y si la mente no funciona, siempre queda el clásico, un poquito de pringá de la berza. La molleta la tienen en el Horno todos los días desde primera hora, según indica Sagrario Jiménez, que junto a su marido, David Alvares, regenta esta panadería pastelería que ha abierto recientemente en la población serrana. La unidad se vende a 50 céntimos…el relleno ya corre por cuenta del tapatólogo. Abren todos los días mañana y tarde, excepto los lunes por la tarde y martes completos.
Otros productos de interés tapatológico del Horno de San Antón: Suspiros
Más información sobre el horno de San Antón, aquí