Lugar: Casa Ríos (Segunda Aguada número 2. Teléfono: 956284152) en Cádiz.
Día del hallazgo: Miércoles 1 de febrero de 2012
Tapatólogo descubridores: Teresa Torres y Rafael Román, tapatólogos de la demarcación de Cádiz
Panidaje: Pan de cundi en perfecto estado de revista del horno La Carreta de San Fernando
Apartado científico: Las almejas ponen especialmente nerviosos a los miembros del Colegio Oficial de Tapatólogos y cada vez que llega un caso a la docta casa se lía una pajaraca por ver quien estudia el guiso. El plato podría haberse clasificado precisamente en el apartado de ajillodoncia por la intervención del ajo y el perejil, característicos de este preparado. También presentó candidatura la barquiriosis pánica, la ciencia que estudia todos los fenómenos de mojar pan en salsas y en esta hay que mojar, lo advierto. Finalmente el presidente del colegio, haciendo uso de su voto de calidad consideró oportuno incluir este arró con almejas en la ciencia del arrocismo polimórfico que estudia lo que es el arró con tropezones variados.
Cuando el plato llegó a la mesa parecíamos dos caniches en vez de dos inspectores del Colegio Oficial de Tapatólogos, porque más que haciamos olé con la nariz…y como olía aquello (tes qui ya Chanel número 5). Sobre una fuente de barro llegaba un arroz caldosito bien provisto de almejas de generoso tamaño e ilustradas con algunas gambitas y una generosa lluvia de perejil. Tener en la mesa un cundisito del horno La Carreta de San Fernando es una tentación dificil de resistir y el primer barquito cayó en menos de dos nanosegundos. El arró se presenta en blanco, un blanco casi de traje de novia. Esto tiene sus ventajas porque así te permite detectar los tropezones con mucha más facilidad. Las almejas del arró, que son traidas de Galicia según detalla Manuel Muñoz, el propietario del establecimiento, vienen con generosidad en el plato y también se dejan ver algunas gambitas pequeñas. Una de las claves del guiso está en el uso moderado del ajo. En muchas ocasiones estos arroces en salsa verde llevan demasiado ajo y esto enmascara el sabor a marisco. En esta ocasión el uso del ajo está muy equilibrado y el arró se hace muy fácil de comer. El plato es bastante conocido por los fieles a este establecimiento y está en carta desde 1994, por lo que va camino de contar las dos décadas. En la actualidad lo elaboran los dos cocineros del establecimiento Fernanda Fernández y Silvestre Blanco. La sorpresa final el precio. El plato, del que comen perfectamente dos tapatólogos, sale por sólo 15 euros. Los tapatólogos que han elaborado el informe recomiendan que antes o después del arró se prueba la tapa de carrillada, también de gran interés tapatológico.
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