Nos encontramos ante un clásico de la tapa de la ciudad de Cádiz. La carne mechá del Nebraska en su versión actual tiene más de treinta años, según los cálculos de José Antonio Parrado, su propietario y quien pusiera en marcha el establecimiento allá por 1982. En principio señala que la hicieron sola, con un poquito de limón como único aderezo, pero un día a Cristobal Estudillo, el cocinero del Nebraska se le ocurrió hacerle una salsita de adobo para ponersela por encima y el “ungüento” maravilloso convirtió a esta tapa en la más vendida del establecimiento. La tapa tiene una peculiaridad y es que se puede tomar de 4 formas diferentes. La primera división es que se puede tomar sola con un poquito de sal como aderezo o con su salsita de adobo por encima y luego viene el tema de las guarniciones. Se puede pedir con sus patatas fritas al lao o bien solicitar la modalidad de “metía en pan” que te viene en un generoso montadido con dos rebanás de telera pero de miga tierna. Personalmente, los inspectores ponentes se decantan por la opción “metía en pan” ya que se produce “por simpatía” una absorción de la salsa de adobo por parte de la rebaná bastante interesante…desde el punto de vista científico, no se vayan a creer que nos queríamos poner hasta arriba. Para la tapa se utiliza carne de cabeza de lomo de cerdo que lleva vetitas de grasa, como el mármol, y así resulta más jugosita. Luego el “ungüento ” de Cristobal, una pócima realizada con aceite de oliva aliñado con ajo, pimentón, orégano y ajo hace el resto. La tapa de carne mechá se cotiza a 2,50 euros (precio de diciembre de 2019).

Este descubrimiento pertenece a la ciencia del Carnemechadísmo salsibuénico. En el caso de que se opte por la versión “metía en pan”, pasaría a ser estudiada por el área de bocadillismo.