El potaje de garbanzos con tagarninas de la Venta Salas
Tapa
El potaje de garbanzos con tagarninas de la Venta Salas
Tapatólogo descubridor:
Población
Día de hallazgo
Descripción

Qué de alegrías dan los potajes, esos unguentos cremosos capaces de hacerte encontrar la felicidad en 40 cucharás, un potaje no dura más. Aunque en principio este guiso, en el nombre, puede asemejarse a la tipica berza de tagarninas, uno de esos platos que merecen una peregrinación, aquí no hay pringá y casi no existe materia cárnica, salvo unas agradables lonchas, bien crias, de morcilla de Algodonales, de la que hacen en las carnicerías de Barquillero o Periañez.

La gran sopresa de este guiso, que se deja ver a la primera cuchará, es la intervención de una especia poco habitual en estos platos de cuchareo, la matalauva. Esta le da un toque sutil, de gran plato a este potaje, típico de Algodonales, que recrea todos los fines de semana de invierno en la venta María Salas Amaya, la cocinera y copropietaria, en unión de sus hermanos Miguel Angel y Manolo, de la Venta Salas. Ya después te fijas en que los garbanzos vienen tiernecitos y eso que son de los gordos, de los que mi madre llama “garbanzas” como señal de respeto, te recreas en la salsa cremosita, suave de sabor y plenamente sopeable y disfrutas de los abundantes tropezones de papas y de tagarninas.

La segunda alegria viene luego, en el paseo “posberzal” cuando compruebas que estás más ligerito que un jilguero porque el potaje lleva poquita grasa y resulta muy ligerito. La última referencia debe referirse a “la escena” donde se disfruta del potaje. Aconsejamos probarlo en la terraza con vistas a las montañas que rodean Algodonales. El plato lo sirven a 3,50 euros (precio a diciembre de 2018)